04/03/2015

Visitando un Concorde

    Todo aquel que guste de la aviación, coincidirá que determinadas aeronaves, a modo de iconos ejercen cierta atracción en uno. Sin dudas el Concorde es una de ellas. Recuerdo de chico, en compañía de mi hermano haber sido unos de los afortunados que se hicieron presentes en las terrazas de Ezeiza, durante su primera visita a la Argentina -11Sep71-. También gracias a diversos viajes, tuve la suerte de detectar alguno de estos ejemplares en distintos aeropuertos.
    El día 22Ene2011 tuve la suerte de visitar el USS Intrepíd, accediendo al interior de una de estas aeronaves -G-BOAD-. Debiera decir que no solamente me alegré de poder concretar ingresar al interior de la nave, sino que también sirvió para refugiarme de los casi -18° imperantes sobre el muelle del portaaviones. En particular, esta situación intenté subsanarla mediante de diversas dosis de café hirviendo recalando numerosas veces en la cafetería del museo. Pero igual tenía frío. 
    El acceso al reactor se facilita por medio de una escalera especialmente diseñada, la cual se inicia por debajo del fuselaje y termina en una plataforma con puerta doble -por el frío-, lugar donde personal del museo recibe a los visitantes. Al mismo tiempo se vela que el interior de la máquina no sea dañado. En mi caso la señorita se sorprendió que, a pesar de semejante temperatura, alguien osase llegar hasta ahí.  El piso contaba con una alfombra plástica especialmente colocada, debida cuenta que con la enorme cantidad de nieve que puede llegar a arrastrar desde el exterior. En la parte posterior de la cabina de pasajeros se podía apreciar desde el galley de acceso, ya que una cuerda impedía transitar por allí. El sector delantero que conduce hacia la sala de mandos, estaba provisto mamparas protectoras de acrílico a fin de no perturbar el estado de los asientos. La puerta de la cabina se encuentra abierta, no obstante, no siempre está permitido acceder a ella.
    El descenso me enfrentó nuevamente con la resbaladiza escalera. El viento podía afirmarse que cortaba mi cara. Pero había subido a un Concorde. No era poca cosa.
    Con un clima más benigno, el 05Abr2012, no desperdicié la oportunidad de visitar nuevamente el USS Intrepid. Más allá de considerarme un pésimo fotógrafo, en esta oportunidad atentó en favor de mi inhabilidad la rotura de mi máquina de fotos. Como resultado pude realizar algunas imágenes con tonos especialmente extraños. Además, escapa a mi conocimiento como poder enfocar toda esa aeronave en un sólo cuadro. No me atrevo a juzgar la posición en que fue colocada como incomoda. Desafortunadamente, en esta oportunidad el acceso a la aeronave no estaba permitido, ello no impidió para que esta vez el café me lo tomara en una de las mesas que se encuentran debajo de sus alas.
    Respecto al Concorde -G-BOAD- en si, una vez desactivado del servicio activo el día 10Nov2003 fue enviado a Nueva York -vuelo BA9093C-. A su llegada totalizó 23,397 horas y 25 minutos de vuelo. Con 8406 aterrizajes y 7010 ciclos supersónicos. Desde el 25Nov2003 forma parte de la colección de Intrepid Air & Space Museum.

Detalle de la aeronave
* cn. 210 Concorde 102 - FF. 25Ago1976 (Filton) - G-BOAD British Airways 06Dic76; "N94AD" Braniff International (alquilado desde 05Ene79 a May80 para la extensión del los vuelos a Dallas); Singapore Airlines es 1980 (Lució los colores de la empresa asiática en operación conjunta con BA) G-BOAD British Airways - Desactivado 24Oct2003 - Destinado al Interpid Air & Space Museum - New York City.